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martes, 19 de marzo de 2013

Entonces.

+ Finalmente mi tía está internada, el viernes tuvo un brote de locura, tuvimos una discusión y sacó un cuchillo de la cocina. Terminamos en el Fernández, le dan una medicación que supuestamente la dormía unas 6 hrs y en la media hora que salgo para tomar un café la mina se va del hospital.
Ir a la comisaría, hacer todos los trámites por paradero...
El sábado a la noche aparece, estaba en la puerta del edificio donde solía vivir, llamo a la policía, la seguimos a pie por San Telmo, la detienen, terminamos en el Argerich y ahí tramitamos el traslado al Moyano.
Por suerte ya está internada, lástima que está en el piso que no corresponde por la falta de camas. Y la psiquiatra medio que no la quiere tener ahí pero no tiene otra, así que eventualmente le van a dar el alta.
Eso está casi solucionado.

+ Cambiando de tema, estoy muy contenta por no haber llegado al 4to mes sin que me la pongan. Por que sería muy patético de mi parte, por supuesto.

Finalmente me lo garche al beisbolista. Es muy lindo en bolas (no suelo pensar eso de los flacos), todo blanquito y lampiño, tiene unas gambas que por favor! Pero muy bruto, me arde todo, me mordió por todos lados y tengo el cuello bardeado de chupones...
Me dijo que le gusto, que la pasa bien conmigo sea lo que sea que estemos haciendo.
Me miraba a los ojos permanentemente y me daba besos. Con su super cara de enamorado.
Ya es mío no?
Pero... yo no quiero tener historia. Pobre flaco, lo voy a hacer mierda.

Y otra cosa que me pasa (siempre) es que después de garchar, me pongo re malhumorada cuando tengo que hacer vida diaria, no tengo paciencia con nada, y caigo en la cuenta de que ni yo me soporto.